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Rayman Legends

Hay algo en Rayman Legends que hace que el juego te sorprenda tanto como la primera vez que viste un trailer de Origins. Sí, esto es un Rayman 2D como su predecesor, aunque incluye algunos cuantos elementos más en la tercera dimensión, pero no dejan de ser florituras gráficas que alegran la vista, pero que no tienen que ver con la diversión que hemos experimentado en esta segunda entrega. Entonces, ¿qué es? Por alguna razón, creemos que tiene que ver con la música, con el ritmo. Cada uno de los niveles de Rayman está aderezado con una melodía, normalmente gamberra, que se compenetra perfectamente con cada nivel. En algunos niveles, los mejores, es la propia melodía la verdadera protagonista de la aventura, llegando a convertir este plataformas del siglo XXI en una experiencia cercana a la de un buen Guitar Hero, donde casi podrías atravesar cada nivel con los ojos cerrados a ritmo de cada golpe de la canción. Su máximo exponente es el nivel de Orchestral Chaos, una oda a la música variable donde, casi literalmente, volaremos a través del escenario. Une esto a una función cooperativa y la diversión está asegurada. El mando de WiiU se puede convertir en varias herramientas, desde un pequeño personajillo verde que moveremos con la pantalla táctil y que desbloquea algunos secretos del escenario para lograr las más altas puntuaciones o girar algunos elementos del entorno, hasta cualquier personaje que siga las peripecias de Rayman. Jugar a dos es divertido, más que eso, es gamberro. Darse de tortas mientras intentas activar una plataforma es hilarante. Morir por ello, aunque implique volver a empezar, no causa daño alguno a la moral y convierte el juego en una fiesta constante. Si creías que algunos niveles de Origins eran rápidos, prepárate para ver la mejor cara de Rayman en este Legends. La suavidad de la que hacía gala el juego, con esa dicotomía a medio camino entre la obsesión por la recolección y el speedrun sigue en boga, acentuando aún más el intentar atravesar los niveles por el camino perfecto. Su base es el pensamiento rápido, el reflejo voraz que hace que sigas avanzando mientras resuelves en carrera cómo te vas a quitar de en medio a toda esa horda de sombras que te persiguen. Por supuesto, habrá personajes nuevos, secretos, niveles desafiantes y alguna que otra duda. Por ejemplo, cómo se resolverán los puzles en las versiones multiplataforma que no cuenten con pantalla táctil, porque es un secreto a voces que este Rayman Legends llegará a todas las plataformas que sea posible y no solo en la nueva máquina de Nintendo. Sea como sea, el desafío es aún mayor que el presentado en Origins, salvando esa regla no escrita que parecen haber adaptado los plataformas de las nuevas generaciones, donde caerse no implica morir. Posiblemente y a tres niveles vista, Legends el mejor juego que parirá el catálogo inicial de WiiU, incluyendo en esta ligera catalogación a ese New Super Mario Bros. U que tan poco nos convence por el momento, a la par que el más bonito de todos. Pese a la consistencia de Nintendo y su know-how para convertir juegos como NintendoLand en una experiencia divertida, que lo es, Rayman Legends es un juego de los de antes, de la vieja escuela, con toda la espectacularidad que solo las dos dimensiones en alta definición es capaz de ofrecer.